sábado, 21 de junio de 2014

El Viaducto Saladillo y su Santo.

En una tapa de El Gráfico vi en 1948 por primera vez el Viaducto, que busqué en vano durante años hasta redescubrirlo en medio de la espesura tucumana

El viejo túnel de acceso al viaducto, ya fuera de servicio

Debajo del último arco Norte del viaducto vivía en los años ’70 don Luis Seifí Abbas, un ermitaño que sostenía ser la reencarnación de Jesucristo en la Tierra. El arco le daba techo; su vivienda era limpia y ordenada. Era oriundo de Tafí Viejo y viajó mucho por América sin dinero: quien le daba de comer creyendo que era la reaparición del Señor, se ganaba un lugar en el Reino. Un día se topó con un grupo de militares en busca de terroristas. Al enfrentarse, a los de verde oliva comenzaron a temblarle las tartamudas que tenían en las manos apuntándole a don Luis, que les decía: “Tranquilos, muchachos, tranqui, yo soy Dios”.

El puente de hierro durante su construcción


El viejo viaducto y al fondo el puente de hierro actual, construido en los veinte

Esta era la antigua Ruta 9

1 comentario:

  1. Tranquilo muchachos yo soy dios jajaja que tipo loco!!! Muy buena historia Federico realmente muy ilustrativa y perfectamente acompañada con fotos. Un auténtico documento!
    Abrazo
    Axel

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